Donald Trump regresó a la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero de 2025, con una ceremonia de investidura que lo convirtió en el primer presidente en cumplir mandatos no consecutivos desde la década de 1890. Debido al clima gélido, el evento fue reducido, con solo 600 personas presentes en el Capitolio, en lugar de las 250,000 que normalmente asisten a este tipo de ceremonias.
Trump prestó juramento para un nuevo mandato de cuatro años, mientras que el presidente saliente, Joe Biden, dejó el cargo tras un único mandato. La ceremonia se llevó a cabo en un ambiente restringido y se canceló el tradicional desfile inaugural, que normalmente recorre la Avenida Pennsylvania hacia la Casa Blanca. En su lugar, se organizó un evento en el Capital One Arena, con capacidad para 20,000 personas.
Durante su discurso, Trump prometió actuar con «velocidad y fuerza históricas» para abordar las crisis del país. Anunció su intención de firmar varias órdenes ejecutivas al asumir el cargo, deshaciendo políticas de la administración Biden. Entre sus promesas estaban las deportaciones masivas de inmigrantes en situación irregular y la imposición de aranceles más altos a socios comerciales como China, Canadá y México.
Además, Trump planeó indultar a muchos de los 1,500 partidarios que irrumpieron en el Capitolio el 6 de enero de 2021, a quienes se refirió como “patriotas” y “rehenes” procesados injustamente. A pesar de haber enfrentado cargos penales, estos fueron retirados tras su victoria en las elecciones de 2024.
Entre sus compromisos también se encontraba la intención de poner fin a la guerra de Rusia contra Ucrania y aumentar la perforación petrolera en Estados Unidos. En cuanto a temas transgénero, Trump reafirmó su postura de mantener a las mujeres transgénero fuera de los deportes femeninos y revocar las políticas de atención médica que afirmaban el género implementadas por Biden.
