Nakary Molina, nacida en Venezuela, es conferencista y emprendedora, una mujer que personifica la fuerza de la superación y la valentía. Desde pequeña soñaba con el brillo de las pasarelas y concursos como el Miss Venezuela. En 2006, cuando estaba a punto de cumplir su gran sueño, un accidente automovilístico cambió su vida para siempre, dejándola sin su brazo izquierdo. Lo que pudo haber sido el fin de una ilusión se convirtió en el comienzo de un renacimiento cargado de fortaleza, demostrando que la adversidad no determina el destino, sino el espíritu con el que se enfrentan los retos.
En 2008, Nakary se convirtió en uno de los miembros de jurado más jóvenes del Miss Venezuela, una experiencia que le permitió vivir el concurso desde una perspectiva única, descubriendo la verdadera esencia de la belleza: aquella que trasciende lo físico y se encuentra en la autenticidad, la confianza y el propósito.
Graduada como administradora de empresas, Nakary decidió tomar su experiencia de vida como una herramienta de transformación y se preparó para convertirse en conferencista. Hoy, su misión es compartir un mensaje de amor propio, empoderamiento y resiliencia. Además de su carrera profesional, Nakary es esposa y madre de dos hijas, quienes representan su mayor motivación y la razón que la impulsa a superar cualquier desafío.
Ha desfilado para reconocidos diseñadores con el lema “belleza con propósito”, inspirando a nuevas generaciones a romper barreras y a descubrir una belleza que nace de la fuerza interior, el carácter y la valentía. Su vida se ha convertido en un ejemplo de inspiración para modelos y mujeres de todas partes, mostrando que la verdadera belleza se construye desde adentro hacia afuera.
Actualmente, Nakary vive en Estados Unidos, donde ha dado vida a su propia línea de pañuelos. Cada pieza cuenta una historia de empoderamiento, elegancia y propósito, rindiendo homenaje a la fortaleza femenina. Sus pañuelos son mucho más que moda: son un símbolo de superación y un recordatorio de que somos capaces de lograr lo que nos propongamos, sin importar las circunstancias. Su mensaje, “Creada sin límites”, refleja su profunda creencia de que no existen barreras para quienes viven con pasión y determinación.
Con una historia inspiradora y una trayectoria que eleva la esencia de la belleza a un nuevo nivel, Nakary Molina es un testimonio viviente de que los desafíos son oportunidades para brillar, crecer y conquistar el mundo. Porque, al final, los límites solo existen en la mente de quien los crea.
Fotos @jesusmgil