«Era como hija», aseveró la que fuera participante de la primera temporada de La casa de los famosos. «Ella no se quería ir, estaba muy joven».
Kimberly quien fue concursante de la primera temporada del reality show La casa de los famosos sufrió la semana pasada la muerte de su sobrina Yuriby, de 23 años, quien era como una hija para ella. La influencer de origen guatemalteco no reveló entonces la causa de su fallecimiento. Este lunes, rompió el silencio a través de un en vivo que llevó a cabo desde su página de Facebook.
«Lo de Yuriby fue una negligencia médica», reveló Kimberly rota de dolor.
La esposa del cantante mexicano Edwin Luna explicó que la joven llevaba varios días sintiéndose mal. «Empezó con fiebres, después empezó con mucho dolor de estómago, pensábamos que era algo del estómago, fue al doctor y le mandaron inyecciones… Ella me iba contando todo y yo viendo en qué la ayudaba. Después de un día para otro las fiebres no pararon y me dijo que le estaba sangrando la nariz […] y sus piecitos y sus manos se empezaron a llenar de puntitos rojos… Y cuando ya le faltaba la última inyección de lo que le había mandado el doctor empezó a vomitar un líquido verde y me dijo ‘tía y tiene puntitos rojos’, entonces ahí fue donde nos alarmamos. Ella estaba con su novio en ese momento y decidió irse al hospital [público]. Cuando ella fue me mandó un video y me dice ‘tía, no me gusta aquí, hay mucha gente’ y se asustó, entonces opté por decirle ‘vete a un hospital privado, yo te lo voy a pagar'», comenzó contando Kimberly.
«Ella lo escogió, es el que le quedaba más cerca de casa. Fue con su novio, me mandó fotos que la habían atendido en ese momento, le colocaron suero nada más, no le dieron nada para el dolor hasta no ver quién iba a pagar la cuenta», detalló.
«Le dijeron a Yuriby que creían que tenía piedras en la vesícula pero que una piedra en sí le estaba obstruyendo parte del organismo. Se dieron cuenta cuando le hicieron exámenes que ella tenía las plaquetas bajas, que no le podían abrir para tratar de ver lo de la apéndice, que le iban a hacer una endoscopia para tratar de removerle esa piedrita, entonces decidieron que se hiciera. Me hablaron, me dijeron costo… Ahí en en ese hospital la mandaron a una clínica porque ellos no tenían ese aparato y se la llevaron a la otra clínica, lo pagué. La durmieron, pero no anestesiada sino que la durmieron nada más para poderle meter la camarita. Termina y ya la vuelven a regresar al hospital privado. La cosa es que la regresan y empiezan a mandarle medicamento y todo lo demás. Yuriby ya se regresa a la casa con medicamento, con muchísimo dolor…», explicó.
El problema, sin embargo, estaba lejos de llegar a su fin. «Al tercer día Yuriby se empezó a sentir mal, empezó otra vez fiebres y fiebres altísimas y se empezó a hinchar y se le empezaron a hinchar también sus partes, entonces su mamá ya muy asustada y desesperada agarra a Yuriby y ya la lleva al hospital [público], donde la atienden inmediatamente. Lo que me cuenta su mamá es que ahí sí la atendieron muy rápido, le dieron el medicamento para el dolor… Su mamá mostró toda la papelería del otro hospital privado que ella había estado, ya después de todo ese proceso resulta que la nena se nos estaba poniendo cada vez mal, entonces tenía que entrar a una cirugía, tenían que abrirla toda. Es muy fuerte porque yo hablé con ella antes de entrar a esa operación y ella tenía miedo de la que durmieran, tenía miedo de que le abrieran su estómago… La durmieron y cuando le abrieron su estómago se dieron cuenta de que tenía parte del intestino perforado, le había caído una bacteria. Entonces ahí fue donde empieza toda esta pesadilla con Yuriby. Se dieron cuenta de que en el otro hospital por hacer una endoscopia la dañaron, le cayó una bacteria y eso le empezó pues a como paralizarle… Ahí fue donde indujeron a Yuriby al coma porque la tenían que dejar abierta para estar limpiando todo eso.
«La nena iba mejorando, ya no le estaba dando fiebre, que esa era una buena señal, optaron porque ya la iban a cerrar», continuó relatando, «entonces le cerraron la mitad y con la otra mitad dejaron aparato, [pero] se dieron cuenta de que no mejoraba. Iban a irle quitando poco a poco tanto medicamento o aparato como el que tenía en su boquita para poder respirar y fue donde me hablaron sus papás de que le había entrado agua en un pulmón, que su sangre se estaba coagulando y que ya se estaba hinchando y que solo le pedían a Dios que oráramos por ella para que un milagro nos hiciera».
El milagro desafortunadamente no llegó y «Yuriby falleció».
